La finalidad de este
blog es primordialmente la expresión mediante la escritura, en todas las formas
posibles dígase poesía, prosa, reflexión, etc. Contacto:
jesuschemino@hotmail.com
1.- Carta a la
filosofía...
Calle desierta.
Me acorde de su
silueta, de su linda sonrisa, vino a mi aquella sensación que provocaba al
rozar su piel con la mía, recordé las caminatas por la noche, los abrazos
robados, recordé los roces de mi mano con la suya, al igual que sus labios que
besaban mi mejilla. Todo broto en un cerrar de ojos, fue un instante, ¡pero qué
instante! Bien dicen que el tiempo es relativo, pues un minuto, se convirtió en
una eternidad. Vaya locura.
Evoco esa sensación de
pánico escénico, al mirarla a los ojos, como si todas las personas estuvieran
al pendiente de los movimientos que hacíamos y las palabras que decíamos. Pero
solo éramos nosotros, en aquella pequeña plaza de San Agustín, y el único
admirador que teníamos era San miguel (esa estatua que tiene una mirada
intimidante, que aunque camines, te sigue por doquier). Y así comenzó aquella
noche; esperaba su llegada, con cierta
duda, pues no sabía si correspondería a la cita que le hice saber. Pensaba
demasiadas cosas que perdí la vista en el suelo… Y ahí estaba ella, con un
inmenso brillo que iluminaban sus ojos, con una sonrisa tenue de encanto y
coquetería, adornada con un gorro
bordado con estambre de color gris<< diría que no es un color pero para
ella lo es >>.
Y ahí estábamos frente a frente. Enseguida
tomo mi brazo y se enlazo en él, al parecer le daba cierta seguridad y a mí me
encantaba la idea de tenerla cerca, pues tenía la oportunidad oler su cabello, olor tan embriagador, más
dulce que los jazmines. Caminamos y enseguida comenzamos la charla, entonaban
las sonrisas y las carcajadas, por momentos se hacían presentes los temas que
requieren cierta seriedad <<asunto tan mas difícil para mí, la seriedad
>> platicamos como viejos amigos, los temas fueron cambiando, pasando del
más serio al más tonto, pero así es con ella. La charla se volvió convincente,
deseando que aquel momento no terminara, estoy casi seguro que ella pensaba
igual.
Necesitamos de un café para dar un aliento a
nuestra boca, pues quien quiere hablar cuando le queda poca humedad en los
labios. Entramos al café Amélie, conocido por su agradable decoración, piso de
madera, mesas de cedro con estilo italiano, paredes con cuadros de personas desconocidas tomadas
en el momento perfecto, un buen lugar
para los acompañados. Sonó la campana al empujar la puerta, de fondo
cantaba Lara con farolito; nos sentamos
cerca de la ventana, viendo pasar a las personas, ella hacía mención en cuanto
a la vestimenta de las damas que
rondaban por ahí, haciéndose pasar por una experta de moda y tendencia; no era
esperar que la dejara sola, pues a mí me toco ser el juez de los hombres,
después de 3 cafés, un sinfín de risas y miradas desconcertadas de los
agraviados, llegamos a la conclusión siguiente:
4 mujeres mal peinadas,8 con un mal andar y 3 hombres con caras de
estúpidos.
Salimos del café; se
preocupó por su aspecto pues el tocador no estaba disponible y al parecer mis
halagos resultaban inútiles << no quería oír que se veía bien, quería
verse a un maldito espejo >>. Mujeres. Esos hermosos seres que nos hacen
temblar con una mirada y nos destrozan con un pestañeo. Caminamos unas cuantas
cuadras y la lluvia se hizo presente, me tomo por en medio de la espalda y
correspondí aquello con un abrazo que cubría su hombro. Bendita lluvia dije
dentro de mí, pues trajo consigo un apego que duro un par de minutos.
Acomode su cabello,
detrás de su oreja, pues la lluvia la despeino, sonrió…
David H.H
2.- El fetichismo de la
circunstancia
La soledad es una gata
- La soledad es una gata que entra por la puerta y se postra en la cama hambrienta
y en busca de cariño. Me sigue, lame mis botas, la he matado dos veces y
siempre viene más fuerte. Quiere comerse mi corazón de ratón.
Mírenla cómo se va - Mírenla como se va. Tan bonita es, que
seduce a la vida y los extraños se enamoran.
Es una gatita sin dueño, que no busca amores fugaces, es amiga de raros como de ficción, le gusta comer chocolates. Es valiente aunque tenga que llorar, ha dejado su pasado y solo vive el momento.
Es una gatita sin dueño, que no busca amores fugaces, es amiga de raros como de ficción, le gusta comer chocolates. Es valiente aunque tenga que llorar, ha dejado su pasado y solo vive el momento.
Bajo la lluvia ella
tiene un secreto, En sí, ella es un secreto, mi secreto con ojos bonitos: pero
no se lo digas.
He caminado a su lado y descubierto la mágica que sus ojos evocan. Me he perdido, entre la anatomía de sus sueños infinitos, contando los lunares de su piel de luna. Ella dice no creer en el amor, desde que su príncipe azul se destiñó, y jugó con su corazón... parece dura, pero es la más dulce de todas las mujeres, es una de esas chicas sensibles que les gusta el rock, tan frágil es, que con un beso se fragmenta.
He caminado a su lado y descubierto la mágica que sus ojos evocan. Me he perdido, entre la anatomía de sus sueños infinitos, contando los lunares de su piel de luna. Ella dice no creer en el amor, desde que su príncipe azul se destiñó, y jugó con su corazón... parece dura, pero es la más dulce de todas las mujeres, es una de esas chicas sensibles que les gusta el rock, tan frágil es, que con un beso se fragmenta.
Le gusta ver como la
tarde se escapa, por la ventana de un
bus, ella es capaz de dirigir al viento con solo un suspiro.
Víctor Osvaldo