No importa como sea, lo importante es celebrar este momento.

No importa como sea, lo importante es celebrar este momento.
No importa como sea, lo importante es celebrar este momento.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Nocturno en las montañas.

A mi persona, a mis amigos, a los que quiero y a los que vendrán.  

I.- Haberte conocido es grato, la forma, demasiado espontánea, por su naturaleza, mágica. No existe error cuando se quiere, se observa el cielo y piensas en ella. No hay lugar para arrepentimiento, eres mujer, no un objeto en el cual se invierte y con la decadencia se abandona. Las personas se conocen y se adhieren, en ocasiones se da un paso equivocado, pero no debemos llorar por lo perdido, lo mejor es sonreír por lo vivido. Esta es la vida.

II.- All day I miss your face. Dicha frase gira infinidad de veces en mi cabeza, una que otra ocasión cambian las palabras, pero retornan a su significado original, her eyes, her hair, beautiful. El brillo de sus ojos, el toque tierno de su voz, se conjugan con una sonrisa hermosa. Camino, ando, divago por este espacio. Observo la noche y me consuela que en algún lugar alguien piensa lo mismo hacia otra persona. Cuando se trata de amor, pasa a segundo termino lo mutuo, si tu sentimiento es real, dará frutos.

III.- Tres de la tarde, café!!, que calamidad estoy en otro lugar (o como lo llaman acá. "barrio"). Los cuatro puntos cardenales dictan vegetación, si estoy en lo correcto, no sigo en la ciudad. Las faldas de los cerros, dibujan su sonrisa y culmina en la forma de sus ojos. Ellas (sus fotografías) están gastadas, aunque más allá siempre son reanimadas. Este sentimiento nació de una mirada y se enfrasco con una voz quebrada.  

Jesús Alexander Zúñiga Santos.

IV.- Mi Corazón se ha perdido en la locura, porque aúlla en el abismo y sonríe con la sombra que alguna vez fue testigo de su cuerpo que ha partido. Absorto en mis delirios , de querer esa nostalgia, qué haré con el miedo de saber tendré que perder, qué haré con el miedo, ya no baila la ilusión en mis ojos y se han poblado los quereres en mi sonrisa. No hay estación que me salve, de la desgracia de saber que te perderé, como perdí alguna vez la silueta del primer latido de amor.

Anónimo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario