III._ SIN SENTIDO
Hoy me imagine que escribiendo aliviaría esta especie de vacío que ha quedado en mi esencia desde aquel momento, todo sucedió en un lugar tan común como los huevos en el desayuno de las mañanas, es más no estoy interesado en describírselos, prosigo esta especie de narración, poema, etc.
Oh! demonios qué diantres estoy escribiendo, mis parpados pesan toneladas tanto que hacen cerrar mis ojos sin remedio y al verme inmiscuido en esta obscuridad llega a mi mente el recuerdo de ella, ¡¡Por Zeus!! Ahí está de nuevo ella escrita en esta hoja que solamente uso para terminar de vaciar mi alma, pero acaso esto tiene un sentido, como el filosofo se ha preguntado dicho sentido de la vida y donde está el, en esta tonta mancha de letras rodeando un papel sin coherencia o en el pensamiento de algún compañero o en el erotismo de aquel hombre hacia una mujer.
Que se yo, lo único que me da esperanzas es saber que la muerte parece ser fácil, y así como todas las madrugadas en las cuales escribo, inicio tomando papel y lápiz en estas manos temblorosas de felicidad al pensar tener la inspiración para escribir, termino así; con una obra enfrente de mí, sin sentido.
Jesús Alexander Zúñiga Santos
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